Muchas veces nos topamos con alimentos muy buenos, pero por alguna razón no estamos acostumbrados a verlos dentro de nuestros platillos, cuando deberían de ser parte de nuestra alimentación diaria.
Como lo es el jengibre…
Antes de que yo empezara mi carrera de nutrición, soy culpable de no incluir el jengibre dentro de mi alimentación. Con decirles que al escuchar la palabra jengibre lo primero que se me ocurría eran esas deliciosas galletas… ¡Si, los muñecos de jengibre!
Y cuando me presentaron al verdadero jengibre… no podía creer que esa cosa café era la base de mis galletas navideñas favoritas. En fin… superé mi decepción y aprendí que el jengibre no sólo sirve para hacer galletas.
¡Vaya que estaba equivocada!
El jengibre, además de desprender ese olor delicioso, es excelente fuente de vitamina C, magnesio, potasio, cobre y manganeso.
El jengibre posee más antioxidantes que el ajo y tradicionalmente se ha utilizado como planta medicinal, ya que es un espasmolítico intestinal que relaja el tracto digestivo, es decir, que alivia un estómago revuelto, náuseas, vómito, entre otros…
Cuando lo tomamos en el té, el jengibre suelta unos compuestos llamados gingerol y proteasas, lo que causa ese reconfortante calor que incrementa tu circulación cardiovascular.
Además actúa como antimicrobiano: Elimina o inhibe la acción de microorganismos infecciosos. Es considerado como antiinflamatorio: “Bloquea las prostaglandinas”, sustancias que intervienen en la respuesta inflamatoria. “Alivia el dolor y la hinchazón en personas con artritis y también reduce las molestias propias del dolor muscular”. El jengibre es anticonvulsivo e hipocolesterolémico. Es antiagregante plaquetario: impide la formación de plaquetas, que pueden dar lugar a coágulos o trombos. Ayuda a reducir los niveles de grasas en sangre.
Numerosos estudios demuestran la efectividad del jengibre para aliviar el dolor, además de que reduce los efectos secundarios asociados con la quimioterapia (mareo, náusea, vómito y sudoración).
Una taza de jengibre (104 gramos) contiene 22 calorías, 5 gramos de carbohidratos, 1 gramo de proteína y 1 gramo de fibra
¿Cómo hacer té de jengibre natural?
Ingredientes:
- Agua
- Jengibre
- Procedimiento:
- Lavar y pelar jengibre.
- Picar.
- Hervir 3 tazas de agua y agregar una cucharada de jengibre picado.
- Reducir el fuego y dejar reposar durante 15 minutos.
- Retirar del fuego y esperar 5 minutos (se puede tomar frio o caliente).
- Colar para quitar los pedazos de jengibre.
¡Servir y disfrutar!
Fuente: foodfacts.mercola.com