EUA: Beneficios del Movimiento en la Salud Mental

Mientras que es obvio que tus sentimientos pueden influir en tus movimientos, no es tan obvio que tus movimientos puedan también afectar tus sentimientos. Por ejemplo, cuando te sientes cansado y triste, puedes moverte lentamente. Cuando te sientes ansiosa, puedes correr inquieta  o paralizarte totalmente. Estudios recientes muestran que la conexión entre tu cerebro y tu cuerpo es una “calle de doble sentido”; lo que significa que el movimiento puede cambiar su cerebro también.

El ejercicio mejora el estado de ánimo

El ejercicio  aeróbico regular puede reducir la ansiedad al permitir que el sistema de “lucha o huida” del cerebro sea menos reactivo. Cuando personas ansiosas están expuestas a cambios fisiológicos desarrollan síntomas de temor, tal como latidos rápidos del corazón. A través del ejercicio aeróbico regular, pueden desarrollar tolerancia a estos síntomas.

El ejercicio regular como la resistencia aeróbica, el ciclismo, o en un gimnasio, la calistenia  y los ejercicios de balance también pueden reducir los síntomas depresivos. El ejercicio puede ser tan eficaz como la medicación y la psicoterapia. El ejercicio regular puede estimular el estado de ánimo mediante el aumento de una proteína del cerebro llamada BDNF que ayuda al crecimiento de las fibras nerviosas.

Para las personas con trastorno de déficit de atención (TDAH), otro estudio demostró que una pedaleada de ciclismo de solo 20 minutos, con intensidad moderada, mejora un poco sus síntomas. Aumentó la motivación para las tareas que requieren la concentración de los participantes, aumentó su energía y redujo sus sentimientos de confusión, fatiga y depresión. Sin embargo, en este estudio, el ejercicio no tuvo efecto sobre la atención o hiperactividad propiamente dichas.

El Movimiento Meditativo también demuestra que de alguna manera alivia los síntomas depresivos. Se trata de un tipo de movimiento en el que se presta atención a las sensaciones corporales, posición en el espacio y sensaciones tales como cambios sutiles en la frecuencia cardíaca o respiratoria. Algunas formas de yoga, Qigong y tai chi son  útiles para esto. Por ejemplo, la práctica de yoga frecuente puede reducir la severidad de los síntomas en el trastorno de estrés postraumático hasta el punto que algunas personas dejan de cumplir los criterios para este diagnóstico. Cambiar la postura, la respiración y el ritmo puede cambiar tu cerebro, lo que reduce el estrés, la depresión y la ansiedad y conduce a una sensación de bienestar.

Los sorprendentes beneficios de la sincronización de movimientos

Ambos, Movimiento Meditativo y ejercicio físico son actividades que puedes hacer por ti misma y puedes mejorar la forma en que te sientes. Pero, por otro lado, un estudio reciente encontró que cuando  intentas moverte  en sincronía con alguien, también mejora tu autoestima.

En el 2014, la psicóloga Joanne Lumsden y sus colegas realizaron un estudio donde requerían a los participantes interactuar con otra persona a través de un video. La persona del video realizaba un ejercicio estándar, de brazos o de piernas, mientras los participantes observaban y luego realizaban el mismo movimiento.

La proyección de hecho, era un video pre-grabado de una mujer de 25 años en una habitación similar, realizando movimientos de las extremidades. Como parte del experimento, los participantes tenían que  coordinar sus movimientos o deliberadamente des coordinarlos. Tuvieron que hacer un informe sobre su estado de ánimo antes y después de cada fase de sincronización o desincronización. Debían incluir qué tan cerca se sentían de esa persona.

Los resultados fueron interesantes. Cuando los sujetos intencionalmente coordinaban sus movimientos con la grabación, sintieron una mayor autoestima que cuando no lo hicieron. Estudios anteriores habían demostrado que sincronizando los movimientos con otros les hacía que les cayeran mejor.  De hecho, la sincronía de movimiento podía hacer más fácil recordar lo que decían  las personas y recordar cómo lucían. Este fue el primer estudio que muestra cómo esto te hace sentir mejor contigo mismo. Es por eso que, probablemente,  la terapia de movimiento de la danza, puede ayudar a pacientes con depresión a sentirse mejor.

Conclusión

Tu mente y tu cuerpo están íntimamente conectados. Y mientras que tu cerebro es el sistema de control principal para el movimiento de tu cuerpo, la forma en que te mueves  también puede afectar tu manera de pensar y sentir.

Las terapias de movimiento a menudo, se utilizan como tratamientos paralelos para la depresión y la ansiedad cuando el esfuerzo mental, la psicoterapia o la medicación no son suficientes. Cuando estás demasiado agotada para utilizar estrategias de control de pensamiento como el enfoque en lo positivo, o ver la situación desde otro ángulo, el movimiento puede venir al rescate. Ejercitarte, hacer una caminata meditativa por tu cuenta, o ir a dar un paseo sincronizado con alguien,  puede ser una posibilidad de acceder a una “puerta trasera” en los cambios mentales que deseas tener.

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