Nueva Zelanda: Ser libre de las cadenas de la dependencia

¿Qué tal si ciertos alimentos fueran adictivos para algunas personas de la misma manera como es el tabaco?

Los médicos ya no dirían a los obesos que comieran menos y se movieran más. Ese consejo sería tan inútil como decirle a los fumadores que dejaran los cigarros.

En cambio, habría grupos de apoyo para personas tratando de dejar alimentos adictivos y medidas de política pública para lograr erradicar su consumo.

No hace mucho tiempo, el fumar era considerado de la misma manera que el alimento es considerado ahora: sólo un mal hábito. No fue hasta la década de los 70’s que la nicotina fue identificada como adictiva.

¿Qué tal si los alimentos que algunos ‘profesionales de la salud’ y muchas compañías de alimentos están promocionando son precisamente aquellos con propiedades adictivas?

Ya ha sucedido antes. El gobierno de Nueva Zelanda proporcionaba cigarrillos gratis a soldados en la Primera Guerra Mundial. Médicos estadounidenses apoyaban la inclusión de cigarrillos en los paquetes de los soldados norteamericanos en la Segunda Guerra.

Recientemente se llevó a cabo una conferencia de nutrición en Sydney. El Dr. Simon Thornley, profesor de Epidemiología y Bioestadística en la Universidad de Auckland, ha teorizado que ciertos alimentos son, en efecto, adictivos.

Junto con colegas de la AUT University, el Dr. Hayden McRobbie ha escrito un libro llamado Sickly Sweet: Sugar, Refined Carbohydrate, Addiction and Global Obesity.

Los dos médicos, expertos en el tratamiento y la adicción a la nicotina, recientemente han dirigido su atención a la obesidad, en la cual la posibilidad de adicción a la comida es un tema enormemente inexplorado.

La posibilidad de que ciertos alimentos sean adictivos no nos absuelve de responsabilidad personal. Pero sí cambia cómo pensamos sobre nuestro comportamiento y cómo podemos mejorarnos a nosotros mismos.

Es difícil dejar de fumar por la sola fuerza de voluntad. El esfuerzo puede durar unas semanas o incluso meses, pero las posibilidades terminan en algún momento. Es lo mismo con la dieta. Las personas pueden perder peso. Pero muy pocos se lo quitan para siempre.

¿Por qué vuelve a fumar la gente? Para evitar el malestar de la abstinencia. Se sienten terrible cuando no fuman. Yo no he fumado nunca y no lo entiendo. Pero me sentí mal por varios días cuando eliminé de mi dieta el azúcar y la harina. Estaba letárgica e irritable con dolores y molestias. Me encontraba siempre pensando en nada más que en comida, específicamente alimentos con azúcar y harina.

La publicidad de los McDonald’s, los anuncios de comida y los envoltorios hermosos que llenan los estantes de los supermercados eran llamadas de sirena llegándome. Y si rompía la dieta y ponía una rebanada de pan en mi boca o una galleta, el alivio era instantáneo. Entonces no podía parar. Podía engullir alimentos hasta llegar como a una ebriedad completa. Y pronto estaba hambrienta de nuevo.

Como los dos doctores explican, esto no suena tanto como a dejar de fumar sino como a abstinencia de opiáceos. Dolores en el cuerpo y molestias se describen, más comúnmente, después de dejar la heroína que después de dejar el cigarro.

Sin embargo, después de dos meses, me liberé del dolor y la ansiedad. Al igual que un adicto a la heroína. Con la diferencia de que una dieta balanceada y una voluntad de fierro han demostrado no para ser para siempre. Tenía que romper con la adicción.

Y al igual que un adicto a la heroína, no podía tener enfrente un poco de azúcar o un poco de harina. Hacer esto sería empezar de nuevo. Volvería a vivir mi vida obsesionado por la próxima dosis de azúcar. La única manera de liberarse de la ansiedad es vivir libre de esas cosas.

Los doctores Thornley y McRobbie explican cómo son las vías del cerebro responsables de la adicción a la nicotina y a la cocaína y la posibilidad de que sean también responsables de la adicción a la comida. Esto es algo fascinante.

Pero mejor pruébalo por ti mismo. Deshecha el azúcar y la harina para un par de días. Observa cómo te sientes. Y considera que, tal vez, también podrías ser adicto.

Corta la harina, el azúcar, el almidón y los alimentos procesados.

Por supuesto, tienes que comer algo. Tienes que comer la comida tradicional con nutrientes, carne, pollo, pescado, grasas, huevos, verduras verdes.

Son los alimentos que hemos comido siempre. No son alimentos que se anhelen comer inconscientemente tales como galletas, pan, refrescos y comida rápida. Son alimentos que nos satisfacen y nos alimentan.

Tocino, huevos y queso para el desayuno. No jugo de fruta, ni cereales empaquetados ni yogur bajo en grasa.

Ahora estoy en mejor forma, me siento de maravilla y estoy más sana. Es fantástico vivir libre de la adicción a los azúcares y las harinas, y la comida es mucho mejor.

Fuente: nzherald.co.nz

 

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