La exposición prolongada a productos de limpieza y desinfectantes domésticos se ha relacionado con un aumento de afecciones como síntomas asmáticos. En investigaciones recientes se confirmó que muchos productos comerciales liberan compuestos orgánicos volátiles a medida que se evaporan y, una vez que estos químicos salen de tu hogar, reaccionan con los óxidos de nitrógeno y con el calor, transformándose en ozono.
Cuando se exponen a la luz solar, los VOC se transforman en partículas finas. De esta manera, los productos de limpieza de uso habitual contribuyen a la contaminación del aire, no solo dentro de la casa sino también en el exterior. Los productos más peligrosos son los limpiadores para el drenaje, los limpiadores ácidos para los inodoros y los limpiadores de hornos.
Tus productos de limpieza también pueden tener efectos letales si los mezclas. Por ejemplo, mezclar cloro con un producto a base de amoníaco produce un gas tóxico llamado cloramina, cuya exposición puede provocar dolor en el pecho, jadeos, dificultades para respirar y neumonía.
La exposición prolongada o crónica a estos productos y desinfectantes también se ha relacionado con:
- Un aumento en los síntomas asmáticos
- Un conteo bajo de espermatozoides
- Irregularidades en la menstruación
- Abortos involuntarios
- Lesiones en el sistema nervioso
La buena noticia es que en realidad no necesitas comprar productos químicos para mantener su casa impecable. Tener a la mano algunos productos de primera necesidad, los cuales son naturales y no contienen tóxicos, te permitirá limpiar su hogar de arriba a abajo, ahorrando dinero. Los productos básicos a considerar incluyen los siguientes: bicarbonato de sodio, Vinagre, Limones (tanto jugo como su cáscara), aceite de coco, aceites esenciales (los aceites esenciales de cítricos son una buena opción en general), agua oxigenada. Hacer una desintoxicación de tu gabinete de limpieza es una manera simple de proteger la salud de tu familia y el medio ambiente.