- La soya presenta ciertas toxinas, como lo es el ácido fítico, presentes en la semilla
para protegerla del ataque de los herbívoros, que a altas dosis puede ser
perjudiciales para nosotros, ya que secuestra minerales, haciéndolos insolubles.
Como lo es en el caso de: calcio, magnesio, cobre, hierro y zinc. - Contiene antinutrientes como las saponinas, lecitinas (hemaglutininas de la soja) y
factores antitiroideos. Que inhiben enzimas digestivas, las cuales son necesarias
para la digestión de proteínas.Causando así problemas en el crecimiento y
problemas pancreáticos. - Las isoflavonas como la genisteína, la daidzeína y la gliciteína. Son disruptores
hormonales,químicos que interfieren con las funciones normales de las hormonas.
Las isoflavonas pueden causar actividad reducida del estrógeno, o pueden llevar a
una actividad mayor de ésta. - La mayor parte de la soya es transgénica.
- Los procesos de elaboración de la soya a altas temperaturas hacen que se
desnaturalizan los ácidos grasos como los omega 3 y pasen a ser ácidos grasos
trans inactivos. Esto sucede de igual manera con las proteínas.
Por lo que te recomendamos, NO consumir productos a base de soya que NO estén
fermentados, como lo son las proteínas en polvo a base de soya, etc. Sí decides consumir
productos fermentados de soja: como el tofú, los germinados o la leche de soya, lo hagas
ocasionalmente, siempre consciente de tu situación en particular en cuestión hormonal y
digestiva.