Noticia del Reino Unido
Según un nuevo estudio, los adolescentes obesos son más propensos a sufrir pérdida de la audición que sus amigos delgados.
Los científicos encontraron que en los adolescentes obesos aumentaba la pérdida de la audición en todas las frecuencias y que tenían casi el doble de probabilidades de desarrollar pérdida auditiva unilateral de baja frecuencia.
“Este es el primer documento en que se demuestra que la obesidad está asociada con la pérdida de la audición en adolescentes”, dijo el autor del estudio Dr Anil Lalwani, MD, Cirujano de Cabeza y Cuello del Departamento de Otorrinolaringología en el Columbia University Medical Center.
El estudio encontró que la obesidad en adolescentes se asocia con hipoacusia neurosensorial a través de todas las frecuencias (la gama de frecuencia que puede ser escuchado por los seres humanos).
Hipoacusia neurosensorial es causada por daño a las células ciliadas del oído interno.
Pero las tasas más altas fueron para la pérdida auditiva de baja frecuencia, 15% de los adolescentes obesos, en comparación con el 8% de los adolescentes no-obesos, desarrollan este problema.
Personas con pérdida auditiva de baja frecuencia no pueden oír sonidos de frecuencias 2.000 Hz y más bajas. En la mayoría de los casos todavía pueden escuchar el lenguaje humano bien, pero pueden tener dificultad para entender conversaciones en grupos o en lugares ruidosos.
“Estos resultados tienen varias implicaciones de salud pública”, dijo el Dr. Lalwani. “Investigaciones anteriores encontraron que 80% de los adolescentes con pérdida auditiva, ignoraban sus dificultades de audición. Estos pacientes deben ser sujetos a pruebas de audición periódicas para que puedan ser tratados adecuadamente y así evitar problemas cognitivos y conductuales”, añade.
Aunque la pérdida total de la audición, entre los adolescentes obesos, fue relativamente baja, el aumento a casi el doble en las probabilidades de una pérdida auditiva unilateral de baja frecuencia, es particularmente preocupante.
Cuando surge, de forma temprana, una lesión en el oído interno podría progresar, al convertirse el adolescente obeso, en un adulto obeso.
Se necesitan investigaciones futuras sobre las consecuencias peligrosas de esta pérdida auditiva temprana en el desarrollo social, el rendimiento académico y las funciones de comportamiento y cognitivas.” Además, la pérdida de la audición se debe agregar a la lista creciente de las consecuencias negativas de la obesidad que afecta la salud de niños y adultos —esto debe agregar empuje para reducir la obesidad entre las personas de todas las edades,” dijo el Dr. Lalwani.
El estudio analizó datos de casi 1,500 adolescentes de la National Health and Nutrition Examination Survey -muestra grande y representativa a nivel nacional- entre las edades de 12 y 19 años, realizado entre 2005 y 2006 por el Centro Nacional para Estadísticas de Salud de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.
Los participantes fueron entrevistados en su hogar, teniendo en cuenta la historia médica familiar, las condiciones médicas actuales, el uso de medicamentos, si eran hogares fumadores, factores socioeconómicos y demográficos y su historia de exposición al ruido.
Dr. Lalwani y sus colegas especulan que la obesidad puede directa o indirectamente llevar a la pérdida de la audición.
Se requiere de más investigaciones para determinar los factores involucratos, pero su teoría es que la inflamación producida en la obesidad contribuye a la pérdida auditiva.
Se han encontrado en los niños obesos bajos niveles de adiponectina (proteína anti-inflamatoria) en plasma, que es secretada por el tejido adiposo, y bajos niveles en adultos obesos se han asociado a la pérdida de la audición de alta frecuencia, que afecta la capacidad de una persona para comprender el discurso.
La obesidad también puede contribuir a la pérdida de la audición como consecuencia de problemas en diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y colesterol alto, las cuales ya han sido directamente relacionadas como causantes de sordera.
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En conclusión pienso que la obesidad es un problema que se debe tratar de raíz, no solamente con un régimen alimenticio, sino cambiando por completo la forma en la que la familia se alimenta, creando habitos positivos que los lleven a obtener siempre resultados positivos.
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Fuente: dailymail.co.uk