Una nueva razón para evitar la comida chatarra

Noticia de Australia

La comida chatarra no solamente hará gordos a los niños sino que llevará a la obesidad a sus propios hijos.

Para muchos niños en edad escolar es raro tener un día libre de comida chatarra –no importa que tan cuidadosos sean sus padres.

La ingesta de azúcares y grasas está dañando en algo más que en problemas de peso personal. Puede resultar que se pase el riesgo de la obesidad a generaciones futuras.

Este argumento ha resultado cierto en investigaciones con roedores ya que las autoridades no aprueban que niños sean empacados de chatarra y después analizados. Sin embargo, Amanda Sainsbury-Salis, maestra asociada en The University of Sidney´s Boden Institute of Obesity, Nutrition, Exercise and Eating Disorders, dice que considerando las dietas de muchos niños, el experimento humano está sucediendo de ‘forma natural’.

Ella insiste en que lo que está sucediendo en ratas y ratones de laboratorio es una voz de alerta para la salud humana. “Mucho de lo que nuestros niños comen actualmente será grabado en su ADN –y mucho de lo que comen no es sano”.

Investigación

Sainsbury-Salis se refiere a un estudio de la Montreal University que encontró que ratones alimentados con dietas altas en azúcar y grasas tenían cierta actividad química en el cerebro y mostraban signos de mayor retraimiento si se les privaba de ellas, que las alimentadas de forma saludable. “Estos cambios cerebrales hacen que sea más difícil eliminar el sobrepeso porque el cerebro ha perdido la habilidad de avisar al organismo que está satisfecho y los roedores siguen comiendo”, dice. “Es correcto decir que al comer chatarra, los ratones se volvieron comedores compulsivos”, agrega.

En otros estudios, también en ratones, se encontró que empezaba a haber cambios desde el útero. Madres alimentadas con chatarra tenían hijos con preferencias muy marcadas hacia esta comida y aunque eran alimentados con comida saludable presentaban más peso comparados con los hijos de madres alimentadas con una dieta sana.

Consejo para los padres

Los padres tienen el control sobre la dieta de la familia cuando sus hijos son pequeños. Este es el momento de inculcar hábitos de alimentación sanos. Ser asertivos, no comprar basura, no utilizar chatarra como premio por logros obtenidos y no dejarse vencer por la insistencia de los hijos con tal de lograr la paz.

Es más difícil con los adolescentes. “La habilidad de escoger comida chatarra tiene que ser eliminada”, dice Sainsbury-Salis. “No darles dinero para comprar comida, darles comida”, agrega.

No tener miedo a explicarles lo dañina que es cierta comida. Si predecirles el futuro no funciona, apelar a su vanidad.

Fuente: bodyandsoul.com.au