EUA: Cómo corregir el mal genio de los niños

Algunos padres no dedican mucho tiempo para pensar en una filosofía de educación de los hijos hasta que el mayor está cerca de los 3 años. Esta autora nos comparte su experiencia:

Mi niña era terca y odiaba ser ‘controlada’ lo que me hizo aún más difícil, el querer intentar algo de disciplina. Se convirtió en una guerra de lucha de poder. Sobre todos los temas: Para sentarla en su sillita del automóvil, los cambios de pañal, vestirla, tratar de no actuar como una loca en una tienda. Era imparable. Fue una de las razones por las que tomó una eternidad entrenarla para que fuera al baño. Cuando se llega a ese punto, todo es una lucha. El hijo está tratando de ganar. Tú estás tratando de mostrarle que tiene un jefe. Nadie gana y todos somos infelices.

Después de investigar largamente mi mundo cambió. Armé un nuevo plan. Íbamos a estar en el mismo equipo. No más madre vs. hija. Sería madre e hija trabajando juntas para tener un hogar feliz. Tomó un poco de paciencia, es decir, ¡paciencia en serio! Y empatía. Pero funcionó. Después de un tiempo fui más paciente y estaba más tranquila. Yo era más feliz. La niña era más feliz. Trabajábamos juntas.

Desde entonces, nuestra mala relación ha menguado de forma natural; ha fluido la paz. A veces ella es encantadora y dulce, y otras veces ella es irritante y dramática. Vamos sorteando el camino.

Ella era malhumorada porque yo estaba irritada con ella

Mi actitud con ella determinaba su comportamiento. Cambiando mi actitud hacia ella, cambió también su actitud hacia mí. Funciona en ambos sentidos. Entre más amorosa soy hacia ella, ella es más amorosa conmigo. Si me pongo más mandona, ella se pone más difícil.

Como padres, a menudo nos metemos en este lío con nuestros hijos, cuando no están escuchando, cuando son desobedientes, mal portados, queremos que cambien su comportamiento de inmediato. Pero son todavía pequeños, y es mucho pedir que cambien ellos a llegar a ser de nuestro completo gusto.

Tienes que aceptarlos primero, ellos cambiarán después

Tienes que grabártelo…

Cuando me doy cuenta de que mis hijos me están irritando, sé que tengo que dar un giro a las cosas. Hay muchas cosas que he aprendido y que realmente me han ayudado a ablandar mi corazón hacia ellos.

1.- Escribe una lista de 3 cualidades de tu niño

No solamente las pienses, escríbelas. Y hazlo todos los días, o dos veces al día. Tanto como sea necesario para ayudarte a que te centres en sus buenas cualidades de nuevo.

2.- Corta tus actividades

Me he dado cuenta que cuando estoy estresada, se afecta toda la familia. Mis hijos se sienten particularmente molestos cuando estoy tratando de terminar un proyecto que no los incluye. Me encanta esa cita de Thomas S. Monson: “Nunca dejes que un problema a ser resuelto se convierta en algo más importante que una persona a ser amada”. Tus hijos son más importantes que lo que estás haciendo. Cierra la computadora, suspende el proyecto, apaga el teléfono, deja la ropa en paz. Déjalo todo para otro rato.

3.- Ten un tiempo de calidad.

A veces lo último que quieres es tener a alguien encima de ti, especialmente si estás malhumorada o disgustada con ellos. Pero si puedes hacer una respiración profunda y darte cuenta de cuánto el niño quiere que lo apapaches, te ayudará a querer ser afectuosa. Si son lo suficientemente pequeños, mantenlos en el regazo y mécelos. Juega con su cabello. Canta con ellos. Léeles. Respira hondo y está ‘en’ el momento.

4.- Hagan algo divertido juntos

Esto tiene un efecto casi inmediato en los niños. Llevarlos a un lugar especial: El parque, el zoológico, una tienda de helados, la alberca, ir en una aventura. Las aventuras promueven lazos de unión entre ambos. Pon tu cara más feliz y disfrútalos.

5.- Deje que tu hijo ‘problema’ ser rey/reina por un día.

Escoge en el fin de semana un día, donde cada uno de tus hijos será ‘rey/reina por un día’ con una corona hecha a mano. El niño tiene que elegir las actividades y las comidas del día. Uno escogerá un parque o una película en 3D, otro optará por un picnic o un zoológico. Me puedo imaginar la felicidad y el amor que tus hijos sentirán mientras se duermen después de su gran día de ser rey.

6.- Vuelve a ver las fotos de cuando eran más pequeños

Trata de hacer esto a menudo, generalmente en la noche después de que los niños están dormidos. Hace maravillas para ablandar el corazón y darse cuenta de cuán rápidamente pasa el tiempo. Especialmente mirar fotos de cuando eran recién nacidos y reflexionar sobre sus nacimientos. La mayoría de las fotos que tenemos son de caras sonrientes y de recuerdos felices. Cosas que te hacen sonreír y recordar cuánto los amas.

7.- Observa a tu niño hacer algo para lo que es habilidoso

Hace poco estuve en dificultades por varios días con mi hija mayor. Yo realmente no hice conciencia de esto hasta que la llevé a su primera clase de ballet. Me quedé para verla y me abrumó de orgullo ver cómo se veía su cuerpecito color de rosa que se estiraba y se deslizaba por el estudio. En ocasiones al dar una vuelta, ella veía la gran sonrisa en mi cara. Sentí que mi actitud hacia ella cambió, y los días siguientes continuó mejorando.

8.- Cuando hables con ellos, velos a los ojos y mentalmente di ‘te quiero’

Esto puede sonar extraño, pero sé que hay algo de verdad en ello. Decir esto mentalmente suaviza la expresión de tu cara y añade una intensidad a tu mirada que tu niño realmente puede sentir. Seguido les decimos a nuestros hijos ‘te amo’ verbalmente durante el día. Pero, ¿realmente lo sienten?

9.- Comprométete verbalmente a que tu niño sea feliz

Estoy segura de que tus hijos se dan cuenta cuando estás frustrada con ellos. Siéntate con ellos en un momento de silencio (como cuando los están metiendo en la cama) y diles que lo sientes, que has sido regañona y que estás tratando de hacerlo mejor. Pregúnteles si quieren tener una mamá feliz. Pregúnteles si ellos quieren ser felices también. Y hagan una promesa mutua a esforzarse a ser más pacientes y amables unos con otros.

Una última cosa que me ayuda a sentirme motivada para mejorar como madre, es preguntarme:

“Si alguien le preguntara a mis hijos ahora, si su madre es una madre feliz o una madre gruñona,
¿Qué dirían?”
y
“Cuando mis hijos al crecer piensen en su infancia,
¿Qué recordarán?”

 

Fuente: thehowtomom.com

 

4 Comentarios

  1. Gracias por todos los consejos… muy aplicables hoy en día :), pues no es nada fácil llegar de un día de trabajo, terminar tareas, hacer cena, arreglar uniformes, preparar comida para el próximo día y dentro de todo ese acelere, perdemos de vista que hay una criaturita esperando a un lado por un abrazo o 5 minutos para jugar… y tienes toda la razón, porque hasta cuando una se va a dormir, vienen los cuestionamientos o remordimientos….Estaré haciendo bien mi papel de mamá?? No estaré exagerando o siendo muy estricta?
    Gracias nuevamente por compartirnos estos consejos.

  2. Sabes, mi hijo es así, pero me identifico mucho con el porque yo era así de niña, y le doy lo que yo pedía a gritos. Paciencia y atención. Además pienso que lo que ahora pudiera parecer un defecto,que no lo es, será una gran virtud cuando sea grande, sabiéndolo encausar. Es decir, que siga teniendo esa persistencia y tenacidad de hierro, que siga teniendo el carácter para decir no a las cosas que le pudieran lastimar o que le causen daño.

  3. Mi hija es un caos total no la puedo controlar apenas tiene tres anos y es pkr q todo le knsienten su abuela y sus tios y me quitan autoridad ante ella ya no se a mas hacer quisera puntos de vista para poder hacer con ella

  4. Veronica Rodriguez Responder

    Esta increible esta informacion ,en lo personal estoy pasando por esto con mi nena de 3 años ,todo lo que dice es muy cierto ,siempre dejamos a nuestros hijos en segundo plano es mas importante los trabajos del dia a dia que nos consumen ,en lo particular mi marido y yo trabajamos y cuando llegamos a casa con las niñas el tiempo se nos hace corto para las tareas diarias y no les dedicamos tiempo para jugar o escucharlas ,mi hija la mayor de 8 años en ocasiones tiene que hacer su tarea solita por que yo estoy haciendo la cena. todo esto repercute en el comportamiento de la niña de 3 es muy berrinchuda.Al estar leyendo este reportaje pareciera que estuvieran platicando mi caso.Tomare en cuenta todos los tips que aquí menciona para una mejor relación con mis hijas.

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