España: El peligro de abusar del omeprazol

Noticia de Madrid

A veces cuando hablamos de vitaminas, tenemos en mente que es necesario tomar frutas y verduras para tener unos niveles aceptables, pero quizás algunas personas abusan de suplementos vitamínicos que, en la mayoría de los casos, son más contraproducentes que benéficos. Sin embargo, uno no imagina que un déficit de una vitamina, como la B12, pueda conducir a problemas como la demencia, un daño neurológico, anemia y otras complicaciones.

Tampoco es fácil relacionar que estos problemas puedan tener su origen en fármacos tan conocidos como el omeprazol, muy utilizados para evitar múltiples problemas, sobre todo la irritación por reflujo gástrico o para la protección gástrica frente a medicamentos agresivos.

Un estudio acaba de vincular la ingesta prolongada de este y otros medicamentos similares con una carencia de esta vitamina.

Si eres de los que cumplen con las recomendaciones médicas, no deberías asustarte. Porque los médicos suelen controlar este tipo de efectos al no prolongar excesivamente los tratamientos con inhibidores de la bomba de protones, que es el nombre técnico del omeprazol y otros protectores gástricos o anti-ulcerosos. Pero si eres de aquellas personas que suelen pasar poco por la consulta médica y acudes con mucha más frecuencia a la farmacia para auto-medicarte, quizás deberías prestar atención a este artículo.

Se estima que entre el 10 y el 15% de los adultos mayores de 60 años tienen deficiencia de vitamina B12. Para su absorción desde la dieta (está presente sobre todo en productos de origen animal, como la carne), requiere del funcionamiento normal del estómago, páncreas e intestino delgado. El ácido gástrico es clave, pues libera esta vitamina de los alimentos, permitiendo que se una a ciertas proteínas. Si el ácido del estómago se reduce, como ocurre cuando se toman estos fármacos, la unión no se produce ni tampoco la absorción completa de la vitamina. Ese déficit prolongado, de no tratarse, derivará en múltiples problemas, como los mencionados.

Aunque investigaciones previas habían mostrado una relación entre la ingesta prolongada de estos fármacos y la deficiencia de vitamina B12, esos estudios eran pequeños y no se basaban en un análisis poblacional. Por este motivo, investigadores de la organización Kaiser Permanente, proveedora de servicios de salud en Estados Unidos, evaluaron esta relación en un gran grupo de población: 25,956 pacientes con un diagnóstico de déficit de esta vitamina fueron comparados con 184,1999 personas sin este trastorno entre 1997 y 2011. También se controló su exposición a fármacos anti-ulcerosos inhibidores de la bomba de protones y antagonistas de los receptores H2 de la histamina, más conocidos por sus nombres comerciales y que engloban, en el primer caso, medicamentos como el omeprazol o el exomeprazol y, en el segundo, la ranitidina o la famotidina.

Tiempo y dosis

El análisis, publicado en la revista “Journal of the American Medical Association”, constata que las personas que tomaron diariamente un medicamento del grupo de omeprazol durante dos o más años tenían un 65% más de probabilidades de tener niveles bajos de vitamina B12 que quienes no habían ingerido estos fármacos durante un periodo tan prolongado. También aquellos que se medicaron con productos del segundo grupo presentaban un riesgo un 25% mayor de este déficit vitamínico. En cuanto a las dosis más peligrosas, se comprobó que tomar diariamente 1.5 comprimidos se asoció con un riesgo un 95% superior a esta deficiencia en comparación cuando la ingesta diaria era inferior a 0.7 píldoras.

Como explica José Luis Llisterri, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), “este vínculo es algo conocido por los médicos. El problema en España es la excesiva omepralización que hay. El omeprazol es el segundo principio activo más prescrito en nuestro país después del paracetamol y por encima del ibuprofeno. Se ha recetado como si fuera sal de frutas. Y no es un problema sólo del médico, como es de venta libre, se ha auto-prescrito de una manera excesiva”.

La clave de este problema está seguramente en el éxito de este fármaco. Su acción inhibe el contenido ácido del estómago que es el que genera las molestias en personas con hernia hiatal. “Los pacientes con esofagitis por reflujo gastro-esofágico y los de esófago de Barrett requieren una inhibición crónica de la secreción ácida.

Pero el mensaje que se traduce de este estudio es que si se prescribe una dosis alta de esta medicación porque hay mucho ardor, se debería bajar tan pronto como se pueda (por ejemplo de 40 miligramos a 20) y parar el tratamiento al cabo de un tiempo, por lo menos hacer descansos, ya que con esto se recupera la absorción de la vitamina B12”, apunta Llisterri.

Uso para protección gástrica

Por su parte, el presidente electo de la Sociedad Española de Patología Digestiva, Fernando Carballo, señala que la conclusión del estudio “es un hallazgo epidemiológico interesante, pero la consecuencia no es tanto que no se puedan usar estos fármacos, porque son extremadamente seguros, sino que hay que utilizarlos bien, es decir, cuando estén indicados. El problema es el abuso en pacientes poli-medicalizados para la protección gástrica. Muchas veces no son necesarios. Sin embargo, es un tipo de fármacos muy recetado. La estimación es que alrededor del 10% de la población toma estos medicamentos diariamente y probablemente están mal indicados en un tercio de los casos”.

Carballo insiste en que “el mensaje no es que sea un fármaco peligroso, ya sabíamos que puede interferir en la absorción de diversas sustancias. Este artículo plantea una evidencia epidemiológica con mínima importancia clínica hasta el momento”.

Por otro lado, Llisteri recomienda hacer mediciones periódicas de la vitamina B12 en aquellas personas que estén en tratamiento crónico con estos medicamentos. “Un análisis de sangre permite determinar los niveles. Y, si hay déficit, se puede administrar esta vitamina una vez al mes por vía intramuscular”.

Por último, los expertos insisten en que no hay que confundir este tipo de fármacos con otros denominados genéricamente antiácidos, y que sirven para eliminar puntualmente la acidez tras una ingesta copiosa.

Fuente: elmundo.es

2 Comentarios

  1. Excelente información para mi, y llegar a afirmar lo que me pasa, una deficiencia de la vit B12. Ya que presente una Miopatia, luego una enfermedad de D´ervein. Esto por tomar mas de un año y medio OMEPRAZOL, por los medicamentos a los que estuve expuesto: antibióticos de amplio espectro y desinflamantes, glucofage, paracetamol y tramal . Ahora tomo RANITIDINA, pero igual me informo que produce lo mismo.
    Mis dolores y problemas musculo-nerviosos, son de origen de esta ingesta?, si es así voy a dejar de tomar RANITIDINA DE 300 mg dos veces diarias.
    Gracias por la información
    René Enríquez
    Quito
    Ecuador

    • nutriologaedithmarcelabortoni.com Responder

      Buen día René,
      Por lo que nos comentas tu consumo del medicamento fue por prescripción médica, cuando se lleva un monitoreo con el especialista, él es quién debe tener controlada esa deficiencia.
      ¿El cambio a ranitidina lo hiciste tú, o fue indicado por alguien?
      Es mucho mejor ir eliminando los medicamentos cuando se es posible, por ahorita podrías comenzar alcalinizando tu cuerpo de forma natural para poder ir disminuyendo la dosis actual de ranitidina, y más adelante lograr suspenderla.
      Comienza tomando un vaso con agua en ayunas y agrega en ese vaso una pizca de bicarbonato de sodio, esto te ayudará a mantener controlada tu acidez en el día, y puedes repetir esto antes de dormir.
      Si te es posible, durante las tardes pon en el extractor una varita de apio y una zanahoria, el jugo que suelten estos dos tómalo como un shot, te ayudará también a mantener tu pH más alcalino.
      Recuerda que la alimentación es CLAVE para poder sentirte mejor sin necesidad del medicamento, al igual que tu consumo de agua en el día.

      Cualquier cosa estamos para apoyarte, que estés muy bien.

      Saludos!

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