La incontinencia urinaria es un trastorno de la vejiga donde el síntoma es pérdida involuntaria de orina. Este trastorno afecta tres veces más a las mujeres que a los hombres. Se estima que un 20% de mujeres adultas padecen cierto grado de incontinencia y que el 40% de las mujeres mayores de 45 años tienen el problema de vez en cuando.
El 66% de las personas mayores de 60 años han padecido incontinencia urinaria más de una vez y se cree que es una de las razones por las que terminan en instituciones geriátricas. Lo lamentable es que casi todos podrían mejorar significativamente si recibieran el tratamiento adecuado. Sin importar la edad, la incontinencia no es normal. No es una enfermedad sino el síntoma de un estado adyacente que por lo general se puede corregir o mitigar.
Algunas de las causas de la incontinencia urinaria son: Las infecciones recurrentes, la falta de estrógenos después de la menopausia, los músculos pélvicos débiles, la vejiga caída, los fibromas grandes, lesiones musculares de la infancia, la obesidad, la cirugía pélvica e incluso el estreñimiento agudo. El problema puede resolverse tratando estas afecciones.
La mayoría de las mujeres no se tratan de este problema por vergüenza de hablarlo con su médico y/o familiares. Existe una investigación, donde se demostró, que las personas tardan alrededor de nueve años en decidirse a buscar ayuda. Sin tratamiento la incontinencia urinaria puede arruinar la vida.
De modo que el primer paso es hablarlo con un especialista que en este caso sería un urólogo o un uro-ginecólogo. El segundo paso es concentrarse en la idea y en la tarea de resolver el problema.
Casi todos los casos de incontinencia urinaria en mujeres mayores se deben a tres motivos básicos (o una combinación de ellos). Estos son los más frecuentes:
Incontinencia por tensión:
Es la más común y consiste en la salida involuntaria de una pequeña cantidad de orina al estornudar, toser, reír, levantar peso, hacer ejercicio o ponerse de pie bruscamente. También se puede producir en medio del coito. Por lo general se debe a la debilidad del esfínter urinario o a algún caso de prolapso, en el que algún órgano genera presión sobre la vejiga. Empeora después de la menopausia, al reducirse los estrógenos.
Incontinencia por urgencia:
Es más difícil de controlar ya que la vejiga se contrae involuntariamente en el momento más inoportuno. Se experimenta como la urgencia incontrolable de ir al baño, por general con poco aviso y sin seguridad de llegar a tiempo. Habitualmente es la consecuencia de infecciones, inflamaciones o lesiones que sensibilizan en exceso los nervios y los músculos y culminan en una vejiga espasmódica.
Incontinencia urinaria por cistocele o vejiga caída:
Se caracteriza por la presencia de una sensación de masa u ocupación a nivel de la pelvis que puede alcanzar diversos grados. Al caer la vejiga sobre la vagina se aumenta la presión sobre aquélla, con lo cual se pueden producir síntomas de incontinencia urinaria por aumento de la presión que hace que se abra el esfínter urinario. Los síntomas son como los de la incontinencia por tensión. Asimismo, el mismo hecho de la caída de la vejiga puede dificultar el vaciado de la misma, con lo cual la micción no es completa y pueden quedar ganas constantes de orinar y ausencia de satisfacción. La orina arremansada que queda en el interior de la vejiga puede favorecer que se produzcan infecciones de orina repetidamente.
La proporción de tipos de incontinencia varía considerablemente de acuerdo a la edad. En las mujeres jóvenes y de edad media predomina la incontinencia por esfuerzo y en las mujeres mayores es común la incontinencia mixta.
En los hombres es menos frecuente, sin embargo el cálculo de la incontinencia grave en los hombres es a partir de los 70 u 80 años.
Los tipos de incontinencia que afectan a los hombres son:
Incontinencia de urgencia es de la más frecuente, incontinencia mixta y la incontinencia de esfuerzo en tercer lugar.
Las causas de incontinencia en el hombre pueden ser:
Disfunción de la vejiga, hipertrofia prostática, condiciones neurológicas (esclerosis múltiple, apoplejía, lesiones en la médula espinal o tumores cerebrales), la obesidad, irritantes vesicales, la constipación, procesos patológicos específicos (diabetes), medicamentos, alcohol y procesos quirúrgicos (prostatectomía u otros que interesen la región).
La gravedad de este trastorno varía entre la pérdida de unas gotas de orina hasta el vaciamiento vesical completo. Puede producirse en forma diaria, varias veces al día u ocasionalmente.
Existe una evidencia fuerte que avala el papel de la obesidad en la incontinencia urinaria. La relación entre el índice de masa corporal y la incontinencia apoya el concepto de que el aumento de peso puede ser una de los principales factores que provocan este trastorno.
Tanto en hombres como en mujeres: ¿Qué hacer para disminuir los síntomas?
Lo primero es ir con el médico para hacer un examen tanto físico como neurológico completo, que pueden variar desde un análisis de orina hasta una cistoscopia. La cirugía debe de ser el último recurso.
A veces basta con un buen cambio de dieta, como dejar de tomar productos con cafeína, refrescos, alcohol, ya que estos irritan el tracto urinario, aparte de que son diuréticos. Evitar la toma excesiva de líquidos, más no eliminar por completo la toma de agua ya que puede producir deshidratación y aumentar los riesgos de infecciones. Evitar alimentos picantes, grasos, azucarados y alimentos diuréticos.
Aumentar la ingesta de Vitamina C (ayuda a producir estrógenos), Niacina (ayuda a potenciar los efectos de la Vitamina C), Vitamina B, Magnesio (se cree que niveles bajos de Magnesio es una de las causas de incontinencia, este debe ir acompañado de Vitamina B) y Vitamina E (estabiliza las funciones de la vejiga). La supresión de ciertas drogas para experimentar una mejoría considerable.
Otro enfoque está dirigido al comportamiento, por ejemplo, entrenamiento de la vejiga, ejercicios para fortalecer los músculos de la vejiga, útero e intestino grueso, estos pueden ser los ejercicios de Kegel y el aumento de los viajes del baño. También medicamentos que aumenten la capacidad de la vejiga, se relajen o estimulen las contracciones.
No pierda la fe porque, aunque lleve varios meses, los resultados son reconfortantes y se observa una mejoría notable. Se debe de trabajar con perseverancia.
Fuente: Patricia Liceaga
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5 Comentarios
Excelente artículo ! Yo se de varias mujeres que se han quitado su problema comiendo saludable, desinflamando sus tejidos y haciendo yoga.
Estoy padeciendo este problema de incontinencia por urgencia y este articulo me ha llegado en el momento preciso…muchas gracias y me atendere pronto mil gracias….
Estoy luchando contra la incontinencia urinal,tengo 83 años de edad,no fumo ni bebo alcohol,ni drogas por supuesto,he bajado de peso creo que bastante,me siento mucho mejor,tomo un sorbo de cafe solo por las mañanas,estoy haciendo todo lo posible.GUS
No me puedo descuidar,enseguida que lo hago regresan los efectos,vuelvo hacer ejercisios,reducir la cafeina,tengo que ser muy atento.GUS
Hola Gus,
También es importante llevar un monitoreo con tu médico, te recomiendo que hagas ejercicios que ayuden a fortalecer tus músculos.
Hacer yoga también es buena opción de relajación y fuerza muscular.
Saludos.