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Las hormonas controlan casi cada aspecto del cuerpo, incluyendo el momento en que se siente hambre hasta el lugar donde se acumula el exceso de grasa. Se pueden hacer ciertos cambios para convertir a las hormonas en impulsoras del metabolismo. Aún las células adiposas secretan múltiples hormonas. “Las personas tenemos más control sobre las hormonas de lo que pensamos”, dice Lena Edwards, M. D., directora del Balance Health and Wellness Centre en Lexington, Kentucky.
Estas estrategias ayudan a controlar cinco de las más influyentes:
Hormona: Leptina. Es una de las muchas hormonas producidas por las células adiposas, tiene un rol importante en el control del apetito. Investigaciones han revelado que la grasa del cuerpo puede causar resistencia a la leptina aunque el organismo contenga altos niveles de ella. En algún momento segregan químicos que bloquean la acción de ésta y el cuerpo empieza a pensar que se está muriendo de hambre, lo que por supuesto no es cierto, y manda señales que obligan a la persona a comer, sobre todo alimentos altos en carbohidratos.
Para balancearla: Es importante saber que la resistencia a la leptina se combate con dieta y ejercicio. Está comprobado que con comer una taza de verduras alrededor de las 10:00 am. se tiende a tener menos hambre el resto del día. Además de proveer de fibra, son fuente de antioxidantes y vitaminas que reducen la inflamación que interfiere con la leptina y ayudan a quemar grasa y reducir los antojos.
Hormonas: Cortisol y Serotonina. Después de un día frenético es muy común regalarse con una bolsa de fritos. Esto sucede porque las glándulas suprarrenales liberan la hormona del estrés llamada cortisol que da una carga de energía para “huir o pelear” y quedan residuos altos en el organismo que hacen buscar alimentos altos en azúcar y carbohidratos. Serotonina tiene el efecto contrario: tranquiliza y es un supresor natural del apetito.
Para balancearlas: Para conseguir un buen efecto sin drogas o sin alimentos ricos en azúcar se debe comer lentejas, espárragos y espinacas que abundan en vitamina B que el cerebro utiliza para producir serotonina.
Hormona: Insulina. Cada vez que se consume una carga de azúcar en postres o refrescos el organismo responde con una descarga de insulina que saca el exceso de la sangre. Sobrepasarse en pasta, pan y dulces hace que la insulina convierta este exceso en grasa y se desarrolle resistencia a la insulina y diabetes.
Para balancearla: Se puede controlar la cantidad de insulina que el cuerpo produce bajando la cantidad de alimentos que producen esos picos de azúcar. Comer porciones más pequeñas más seguido es otra forma inteligente de mantener niveles consistentes de glucosa e insulina.
Hormona: Irisina. El año pasado se publicó el descubrimiento de una manera de convertir la odiada grasa blanca en grasa oscura que es la que quema calorías. Esta hormona proviene del músculo y es liberada durante el ejercicio. Parece que también ayuda a reducir la resistencia a la insulina.
Para balancearla: Sudar es lo que eleva los niveles de irisina, que a su vez produce quemador de grasa blanca.
Fuente: Women’s Health Magazine
4 Comentarios
es por ello que debemos cuidar lo que comemos, oxigenarnos con ejercicio.
otra opcion de producir leptina es tomando agua natura o mineral.
Muy interesante el rol de las hormonas en el organismo y que su control nos pueda ayudar a ser más saludables. Gracias por la noticia.
Es maravilloso que nosotros mismos podemos elegir, que nuestro alimento sea nuestra medicina.