ROCHESTER, Minnesota – De acuerdo con el estudio publicado en JAMA: Medicina Interna, los que recibieron 17 y el 21 por ciento de calorías provenientes de azúcares añadidos tenían un alto riesgo de morir por enfermedad cardiovascular en comparación con aquellos que consumieron el 8 por ciento de sus calorías de azúcar añadida. El riesgo fue más del doble de los que consumieron el 21 por ciento o más de sus calorías de azúcar añadida.
Los azúcares agregados son azúcares y jarabes que se agregan a los alimentos o bebidas cuando están procesados o preparados.
Ellos incluyen:
- bebidas endulzadas con azúcar
- postres a base de cereales,
- bebidas de frutas,
- postres lácteos,
- dulces,
- cereales y
- panes de levadura,
- azúcar pero no de origen natural, tales como en las frutas y zumos de frutas.
Ellos siempre han sido citados por contribuir a la obesidad, presión arterial alta y el colesterol alto.
Pero este es el primer estudio que demuestra que el exceso de azúcar añadido podría conducir a enfermedades del corazón, dijo Rachel K. Johnson, Ph.D., RD, presidenta del comité de nutrición de la American Heart Association y profesora de nutrición y medicina en la Universidad de Vermont en Burlington.
Según el estudio, la mayoría de los adultos estadounidenses consumen alrededor de 22 cucharaditas de azúcar añadida al día.
La American Heart Association recomienda:
- No más de 6 cucharaditas o 100 calorías al día de azúcar para las mujeres.
- No más de 9 cucharaditas o 150 calorías al día para los hombres.
Bebidas azucaradas son la mayor fuente de azúcares añadidos en la dieta estadounidense.
Ellos deben limitarse a 36 oz o 450 calorías a la semana, dijo Johnson.
Reducir o eliminar el consumo de refresco, fruta, bebidas deportivas y energéticas, así como las aguas enriquecidas, tés azucarados y bebidas de café con azúcar nos ayuda a controlar el consumo de azucares añadidos, dijo Johnson.
El estudio dice que se necesitan directrices federales y estrategias regulatorias para ayudar a los consumidores a controlar su consumo de azúcar. “Deberíamos haber añadido azúcares en la etiqueta de información nutricional para que los consumidores pueden saber cuánto azúcar añadido está en el producto que están comprando”, dijo Johnson.