En la medicina funcional, los síntomas son mensajes divinos que el cuerpo envía. Antes de recurrir a una píldora o a la crema de moda deben ser decodificados, encontrar su raíz de fondo y crear el protocolo adecuado para resolver la causa. Lo mismo aplica para acné, arrugas, envejecimiento prematuro o diabetes. De una manera u otra están revelando un desequilibrio hormonal que debe ser atendido.
Todos necesitamos minerales y antioxidantes para mantener una piel espléndida y radiante amén de excelente salud. La clave radica en el equilibrio de nutrientes que recibimos en la alimentación; a lo que debemos dar entrada y lo que debemos evitar.
Zinc
Este mineral es esencial para más de 300 encimas y afecta a más de 2000 factores que controlan la expresión de tu ADN. Es un poderoso nutriente que previene arrugas, estrías, daño solar, desórdenes en la pigmentación y pérdida del cabello. Aplicando la filosofía de la medicina funcional que significa cambiar tu alimentación antes de recurrir a medicamentos o suplementos te sugerimos consumir una buena cantidad de zinc en:
- Semillas: Calabaza, girasol, ajonjolí. Nueces: De la India, pecanas, macadamia, piñones. Algas. Coco. Espinaca. Espirulina.
Azufre
El azufre da a la piel brillo y resplandor y es utilizado para tratar la rosácea. Además de que es fundamental para la salud del cabello y de las uñas. La deficiencia de este nutriente es más común de lo que la gente piensa, influye en el aumento de peso y contribuye a la inflamación. ¿De dónde obtenemos el azufre?
- Vegetales verdes: Arúgula, kale, berros. Crucíferas: Brócoli, coles de Bruselas. Rábanos. Proteína limpia: Pescado sin mercurio, salmón salvaje, aves y res orgánicos. Semillas de Hemp. Polen de abeja. Algas verde-azul
Antioxidantes
Si no logras el equilibrio entre oxidación y antioxidantes tu piel envejecerá mucho más aprisa. Esto significa recibir de la alimentación vitaminas A, C, y E. Falta de vitamina C provocará deficiencia de progesterona y dominio de los estrógenos que causan rosácea y condiciones adversas de inmunidad.
- Bebe Té verde, 1 o 2 tazas al día. Poderoso antioxidante de uso interno y externo por su alta concentración de cachú claro o cateocol. Es un excelente protector del daño solar a la piel.
- Vitamina A: zanahorias, espinacas y diente de león. Vitamina C: melón, naranjas, toronjas, kiwi, mango, papaya, piña, sandía, fresas, frambuesas. Vitamina E: semillas de girasol, almendras, nabo y aguacate
Sílice
La sílice es otro mineral crucial que mantiene la piel en forma extraordinaria. Los alimentos que la contienen en buenas cantidades son:
- Ejotes. Ortigas. Alfalfa. Bardana. Avena. Pepino. Lechuga romana. Verdes jóvenes (espinaca baby, arugula baby). Pimiento morrón. Hierbas: Cola de caballo, mejorana. Paja de avena
Grasas Anti-inflamatorias
Cuando se trata de grasas escoge las de más alto contenido en Omega-3. Lo más recomendado es:
- Aguacate. Aceite y leche de coco sin endulzar. Pescado bajo en mercurio: bacalao, salmón, tilapia, halibut. Carnes de ganado orgánico para obtener aminoácidos glicina y prolina para el colágeno. Consomé de hueso
¿Qué evitar?
Tan importante como añadir alimentos ricos en nutrientes como minerales, antioxidantes, grasas sanas es evitar los alimentos que interrumpen el equilibrio hormonal del organismo tales como:
- Alimentos procesados. Azúcar y endulzantes artificiales. Gluten. Lácteos (algunas personas pueden tolerar lácteos fermentados o sin pasteurizar, pero otros tienen que eliminarlos definitivamente). Alcohol (tristemente eleva el nivel de estrógenos malos, contribuyendo a la rosácea, condiciones de inmunidad y vasos capilares quebradizos). Solanáceas, incluyendo las papas y los tomates – pueden causar inflamación de la piel y las articulaciones tales como eccema y artritis. La eliminación de estos alimentos es lo más recomendado.
Firmemente creemos que si te tomas el tiempo para sanar tu ecosistema interno, florecerá tu belleza externa.
Fuente: mindbodygreen.com
