El exceso de alcohol aumenta los niveles de estrógenos (hormonas femeninas) y estos se ven relacionados con el incremento del riesgo de padecer cáncer. El alcohol ralentiza la descomposición del estrógeno en el hígado y regula al alza la conversión de testosterona en estrógeno. Además, aumenta los receptores de la hormona y su absorción a través de la piel. El metabolismo del alcohol genera una componente que impide la absorción de distintos nutrientes y crea oxidación, generando un ambiente propicio para padecer enfermedades como el cáncer. Por otro lado, afecta negativamente la activación de ácido fólico y es así como el alcohol nos hace subir de peso.
Para tener un balance hormonal es necesario no consumir más de 10 gramos al día de alcohol. Si te preguntas cómo saber cuánto son 10 gramos de alcohol, aquí te dejo la fórmula para que lo puedas considerar cuando quieras consumir alcohol: Gramos de alcohol = (Graduación alcohólica x 8) x (cantidad consumida en L).
Nota redactada por el equipo de Nutrición Avanzada, expertas en Iridología y Nutrición Holística