Aunque la alimentación saludable y el ejercicio siempre va a ser la base para perder peso, la meditación puede ser un poderoso complemento para agilizar el proceso. Así es como funciona:
1. Eres menos propenso a comer por ansiedad.
Un grupo de investigadores de la Universidad de California, en San Francisco, descubrieron que cuanto más meditaba un grupo de mujeres estresadas y con sobrepeso, mayores eran las disminuciones en su ansiedad, estrés crónico y grasa abdominal, sin ningún cambio en su dieta. En otro estudio, los investigadores encontraron que incluso entre las mujeres con la respuesta más grande a la hormona del estrés, las que se sometieron a un breve curso de meditación reportaron menos frecuencia sobre el estrés basado en la recompensa y perdieron más peso que las mujeres que no tomaron la clase.
2. Estás más en sintonía con las señales de hambre.
Múltiples estudios han encontrado que la meditación ayuda a mejorar nuestra conciencia de las señales internas de hambre y saciedad, así como nuestra capacidad de regular qué y cuánto comemos. Esto te ayuda a comenzar a comer cuando tienes hambre y parar cuando estás satisfecho.
3. Dormirás más y mejor.
La melatonina, una hormona que nos ayuda a dormir y permanecer dormidos, aumenta con la meditación. De hecho, un estudio encontró que los niveles nocturnos de melatonina eran casi cinco veces mayores en las personas que meditaban, en comparación con los que no lo hacían. Por qué es importante: cuando obtienes un sueño más reparador, cada aspecto del control de la pérdida de peso, desde elegir alimentos más saludables hasta tener la energía para ejercitar, se vuelve más fácil.
