La incontinencia urinaria a menudo es considerada como un problema de la edad mediana o de la tercera edad. Pero, dar a luz, intervenciones quirúrgicas o ciertas condiciones de salud como le espina bífida, puede conducir a problemas de control de la vejiga en adultos jóvenes. Infecciones frecuentes en el tracto urinario, obesidad, adicción al cigarro y diabetes también pueden provocar incontinencia en edad temprana, dice John Jelovsek, MD, urólogo de la Cleveland Clinic.
En todas edades ‘gotear’ es más común de lo que creemos. De hecho un tercio de todos los norteamericanos entre 30 y 70 años han experimentado una pérdida del control de la vejiga en algún momento, estima la National Association for Continence, (NAFC). Mientras que el 29% de las personas entre 60 y 70 años han experimentado cierta pérdida al reír, toser o estornudar, el 17% entre 30 y 39 años también lo han sufrido. Lo que es más un estudio de la NAFC dice que el 24% de las mujeres de 25-44 años han experimentado síntomas de incontinencia por estrés o goteo sin ninguna advertencia previa.
En adultos jóvenes puede ocurrir incontinencia por estrés o incontinencia por urgencia, que es acompañada por urgentes ganas de orinar mezclada con incontinencia, aunque la incontinencia prevalente es la incontinencia por estrés.
Problema emocional tanto como problema físico
Aunque la incontinencia urinaria es ciertamente un problema de la tercera edad, puede causar un gran estigma entre los jóvenes principalmente porque la percepción pública es que no deberían tener problemas de control de la vejiga. “Experimentar incontinencia a temprana edad puede ser muy difícil para una mujer joven porque es un problema que hace sentir pena y vergüenza”, dice Brian D. Hopkins, MD, urólogo de la Pacific Urology en San Francisco. “No comentan con nadie este problema y retardan un tratamiento más de lo que debieran”.
Shawna Wagner, una madre de familia de 45 años, conoce este problema muy bien. En 1998, después del nacimiento de su segunda hija, empezó a experimentar pérdida de orina cuando solo tenía 30 años. “Por años desarrollé trucos para manejar la incontinencia”, dijo. “Aprendí que si corría temprano en la mañana, evitaba todos los líquidos y usaba un pad, la incontinencia era manejable. Hace unos años, me inscribí en una carrera de 15 Km. No me di cuenta que beber agua en cantidad extra el día anterior a la carrera tendría tal efecto. En la milla 2, estaba empapada y allí entendí que yo no estaba ‘manejando’ mi incontinencia sino que ella me manejaba a mí”.
Las mujeres no son las únicas afectadas por problemas de control de la vejiga y tratar de encontrar soluciones efectivas. Robyn L. Martin de South Carolina, ahora de 40 años, ha tenido que manejar la incontinencia por daño a su espina dorsal antes de los 20’s. “Use una sonda con una bolsa adherida a una pierna para almacenar la pérdida de orina”, dijo.
Muchos adultos jóvenes con problemas de control de la vejiga tienen compromisos y son sexualmente activos lo que agrega molestia y mortificación. “Las mujeres con incontinencia por estrés sufren además pérdida de seguridad en sí mismas y pérdida de intimidad”, dice O. Atiemo, MD urólogo del Henry Ford Health System en Detroit. “Actividades físicas normales como correr en el parque o reír pueden conducir a momentos embarazosos”, añade.
Encontrar la fortaleza para pedir ayuda
El miedo a tener accidentes o que otros se enteren puede alejarte de actividades que disfrutas, empeorando tu situación, incluso en el aspecto emocional. Quizá no quieras comentarlo con tu mejor amiga, pero sí hay una persona con quien debes hablarlo –tu médico. Existen muchos tratamientos médicos disponibles, pero tienes que pedirlos. De hecho debes hablar con el médico sobre todos los medicamentos que tomas, porque los hay que agravan la incontinencia.
Existen pasos simples con los cuales empezar. Según el Dr. Jelovsek, ejercicios de piso para la pelvis o ejercicios de Kegels que son estrategias de bajo riesgo que han ayudado a muchas mujeres. Ser muy cuidadosa con el horario de ingesta de líquidos, usar el baño frecuentemente, usar ropa oscura y utilizar pads para incontinencia pueden ser de gran ayuda.
También hay una serie de procedimientos médicos que pueden reducir la incontinencia o la cura completamente —no tienes que vivir con eso en la vejez. Wagner tuvo un procedimiento quirúrgico para curarla. El procedimiento es mínimamente invasivo, realizado con anestesia local de forma ambulatoria y toma sólo unos 20 a 30 minutos.
Inyecciones de Botox pueden aliviar la urgencia y la frecuencia urinaria
Robyn Martin utilizó este método para obtener su incontinencia urinaria bajo control. Y hay otras opciones, dice Jelovsek, como la Neuromodulación Sacra, un procedimiento quirúrgico que esencialmente consiste en la introducción de un marcapasos para la vejiga para reducir la urgencia de orinar.
Con la incontinencia afectando a tantas personas, tu médico sin duda ha ayudado a otros muchos con este problema. No dejes, por vergüenza, de buscar la solución adecuada para ti.
Fuente: everydayhealth.com