EUA: Introvertidos vs. Extrovertidos

Me casé con un hombre introvertido. Es bastante obvio, cuando lo conoces percibes que es mucho más reservado que yo. Al leer esta lista la compartí con él, para medir su respuesta. Lo encontré sonriendo y asintiendo con la cabeza después de analizar algunos de los rasgos. Mi marido se casó con una extrovertida. No lo soy al 100%, pero tiendo a dirigirme más en esa dirección.

Es increíble lo que puedes aprender con esos dos tipos de personalidad. Si es tu caso, vale la pena imprimirlos y colgarlos en algún lugar de la casa. De esa forma pueden servir como un recordatorio de cómo ambos reciben, en la vida diaria, amor, crítica e indicaciones de forma diferente. Una forma no es mejor que la otra y el matrimonio consiste en encontrar la receta correcta para el éxito y la felicidad.

Como se indicó previamente, una extrovertida se casó con un introvertido. Literalmente tuve que entrenarme para satisfacer sus necesidades introvertidas. Eso no quiere decir que yo cambié, todo lo que digo es que para ser una mejor esposa y amiga necesitaba entender dónde y cómo manejar las cosas.

Esta lista se basa en las creencias, técnicas y experiencias personales, no pretendo ser una experta en personalidades.

Introvertidos:

  1. Respetar su necesidad de privacidad: Esto es de gran importancia. Como extrovertida, a veces me olvido que no todas las personas son libros abiertos. Los introvertidos son reservados y no sienten la necesidad de divulgar cualquier cosa.
  2. Nunca avergonzarlos en público: Otro punto importante. Como extrovertida, tiendo a hacer bromas sarcásticas a la gente queriendo solo bromear, no insultar. Nunca había pensado en cómo una persona introvertida respondería a mi actitud, hasta que un día mi esposo me dijo que no le gustaba. No sólo hablo de apenarlo como persona (como camina, habla, se viste, etc.) hablo de todo lo que le rodea (lo que es, lo que hace…). Tener en cuenta que lo que uno ve como una broma, el introvertido puede no verlo del mismo modo.
  3. Permite que observe la situación primero: Aquí yo me identifico con él. Si estoy en una nueva situación/ubicación me gusta, al inicio, observar el ambiente y a las personas. No somos el tipo de personas arrolladoras. Mi esposo tiene además trastorno de estrés postraumático (TEPT), que hace que las situaciones nuevas y el conocer gente nueva, sea un poco estresante e incómodo para él. Tratamos de tomarnos un tiempo para adaptarnos.
  4. Darle un tiempo para pensar, no exigir una respuesta inmediata: Por mi personalidad soy muy culpable. Soy una persona del tipo que quiere una respuesta/resultado al momento, y me cuesta darle tiempo para ordenar sus pensamientos. A veces no es tan fácil. No es que procesen las cosas lentamente, sino que las procesan diferente.
  5. La amonestación debe ser privada: Puedes pensar que esto es infantil, pero no es así. Soy culpable de llamarle la atención delante de la gente y puedes decir al instante que esto lo hace enojar. Cualquier problema o sugerencia necesita ser a puerta cerrada porque el introvertido se cierra y no será receptivo a ellas si se siente atacado o avergonzado.
  6. Ayúdalo a encontrar un mejor amigo y no lo obligues a tener un montón: Es entendible. No es la cantidad lo que cuenta, sino la calidad. No esperes que un introvertido tenga una pandilla de amigos, esto tiende a ser más un rasgo del extrovertido.
  7. Respeta su introversión: Es bastante auto-explicativo. Si no eres una persona introvertida no esperes comprenderlo plenamente (o quizá nunca entenderlo).

Ahora los introvertidos que tienen el maravilloso privilegio de estar casados con una extrovertida, es su turno para aprender.

Extrovertidos:

  1. Respeta su independencia: No necesito estar cerca de alguien 24/7. Quiero muchísimo a mi familia inmediata y a mis amigos, pero a veces quiero estar sola. Tiendo a ir de compras sola porque me gusta la libertad. No tengo nada contra nadie como persona –solamente necesito espacio.
  2. Acepta y alienta su entusiasmo: Esto es muy importante para los extrovertidos. Sé que puedo ser extremadamente gritona, a veces alborotada y que nunca cierro la boca –pero no tienes que recordármelo. La forma más rápida para hacerme callar o hacerme sentir mal conmigo misma es burlarte de mi personalidad.
  3. Permíteles explorar temas y hablar de cosas: Le doy mucho tiempo a todo lo que pienso. ¡Me tomó tres meses elegir una bolsa nueva! Demasiado grande, demasiado pesada, demasiado cara. Me gusta hablar de las cosas. Lidiar con eso.
  4. Entender cuando están ocupados: Si me interrumpes cuando digo que estoy ocupada, voy a convertirme en una furia Si estoy ocupada, lo último que puedo soportar es que me molesten. Si estoy súper concentrada en algo, literalmente no importa nada más (¡Ni siquiera comer! Sí… ¡¡Lo sé!! ¡Es una locura!). El único momento en que puedo manejar una interrupción, es si estás herido o llorando…
  5. Ofrece opciones: Pero no demasiadas.
  6. Déjalos brillar: Esto es tan cierto. Sé que mi personalidad puede ser abrumadora, pero no puedo cambiar quién soy. Intento ser considerada con los demás a mí alrededor, pero recuerda que no hay nada malo con ser extrovertido, así que no me detengas.

La cosa más grande que he aprendido de estar casada con una persona introvertida es que su personalidad es única y hermosa.

Hay estereotipos asociados con extrovertidos y los introvertidos –y no creo que sean muy justos. He escuchado adjetivos como lento, distante, frío y excesivamente reservado asociado a los introvertidos. Para extrovertidos, he oído loco, fuerte, desagradable y falso. Tales palabras negativas describen un simple malentendido entre los dos grupos.

Trata de recordar que manejar la vida diferente no significa que tu forma sea la única manera correcta.

Fuente: decrescenzio.blogspot.mx

Leave A Reply

Navigate