¿Qué hay detrás de una resaca?

Como ya sabemos, una noche de fiesta que incluye alcohol siempre trae consecuencias: una resaca que puede incluir un dolor de cabeza, letargo, náuseas y, tal vez, vómito y diarrea. Sin embargo, algunas resacas parecen ser peores que otras, y depende especialmente del tipo de bebidas alcohólica que elegiste.

Debemos considerar lo que está sucediendo en el organismo después de tomar alcohol. Este proceso ocurre independientemente del tipo de bebida alcohólica que tomaste, ya que el contenido de alcohol siempre contiene el mismo compuesto químico: el etanol. Hasta un máximo de 8% de la ingesta de etanol se elimina del organismo a través de la respiración, el sudor o la orina; por eso tomar en exceso puede dejarte literalmente apestando a alcohol. El resto del alcohol se descompone en el organismo en otros productos que ocasionan los síntomas de la resaca.

La mayoría del etanol se descompone en el hígado, donde se convierte en acetaldehído. A su vez, esto se descompone en ácido acético, que luego se convierte en un compuesto llamado acetil coenzima A.

El acetaldehído es un compuesto tóxico y es uno de los posibles jugadores clave en las resacas. El hígado está preparado para tolerar pequeñas cantidades de éste, pero su reserva de glutatión, el cual es esencial para descomponer el acetadehído, es limitada. Por lo tanto, tomar grandes cantidades de alcohol puede hacer que esta reserva se agote, y entonces el organismo debe esperar a que se produzca más glutatión antes de que pueda descomponer más cantidades de acetaldehído. Mientras tanto, si continuamos tomando, los niveles de acetadehído continúan acumulándose. Esta acumulación puede causar dolores de cabeza, náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz y al sonido – los síntomas de la resaca.

También se sugiere que los diferentes tipos de bebidas ocasionan diferentes efectos dependiendo de los niveles de los compuestos que se producen durante la fermentación del etanol. Además, pueden incluir otros tipos de alcohol, como el metanol, y una variedad de otros compuestos orgánicos. El vino, el tequila y el brandy tienen niveles más altos de estos compuestos derivados del etanol que las bebidas que son más claras como el vodka o el gin, y se sugiere que éstos pueden contribuir a empeorar los síntomas de la resaca. Un estudio reciente encontró que los sujetos que beben brandy califican constantemente sus resacas como peores que los sujetos que beben el vodka.

Después de estar consientes del impacto que puede causar el alcohol en nuestro organismo, lo más responsable es evitar o moderar su consumo. A su vez, es mejor elegir entre el vodka y el gin combinado con agua mineral o con el agua tónica, que otro tipo de bebidas como el vino o el tequila. Otro tip es tomar entre cada bebida un agua mineral sola, tanto para disminuir el consumo de alcohol total como para favorecer la hidratación corporal.

Nutrióloga Tere Ramírez

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